5 Aprendizajes del encuentro de Acercamiento, Diálogo y Encuentro.
- Comunicación Arquidiócesis San José
- 23 jun
- 3 Min. de lectura
Una Iglesia que se forma para salir al encuentro.
El sábado 14 de junio 2025, 72 agentes de evangelización de diferentes parroquias de nuestra Arquidiócesis participaron de un conversatorio con 10 invitados de distintos lugares y con distintas historias de vida, ellos compartieron sus experiencias con nosotros y ejercitamos el arte de escuchar con el corazón y dialogar.
Un ejercicio profundo que nos prepara para seguir haciendo misión, con empatía, apertura y compromiso. Gracias a todos los que hacen posible esta formación mensual desde el Departamento de Acercamiento, Diálogo y Encuentro.
1. La importancia de tomar en cuenta a todos.
Thiago viene a los encuentros con su abuelita Patricia. Durante las 3 horas del encuentro él busca como entretenerse mientras está rodeado de una dinámica para adultos. Rafael, uno de los miembros del equipo que llevó adelante el encuentro, tuvo la sensibilidad de sentarse junto a él y conversar. ¡Cuánto habrá aprendido Rafael de esta conversación! Debemos hacerle un gafete, llamarlo por su nombre, hacerlo parte y escucharlo.

2. Estar dispuesto a ayudar y dejarse ayudar.
Nuestro equipo se esmera porque cada encuentro sea acogedor, que las personas antes de llegar al lugar, encuentren todo organizado, embellecido con decoro. El sábado, mientras organizábamos el lugar, llegaron temprano tres de nuestros invitados al conversatorio y, sin pensarlo mucho, se sumaron a apoyar en la logística del acomodo y decoración. Ellos tuvieron iniciativa y nosotros nos dejamos ayudar. Se siente bien que las personas hagan las cosas con cariño y voluntad. Gracias a Marco, Adrián y … por enseñarnos tanto con su ejemplo.

3. La experiencia de una vida de servicio y las nuevas maneras de conectar con la juventud.
Doña Lety, con su hermosa forma de tratar a las personas, compartió sus experiencias en la mesa, escucharla es llenar el alma de esperanza y alegría al reconocer la hermosa forma en que la Iglesia se acerca a otros en distintas circunstancias. Y, en otra mesa, compartiendo sobre su servicio a la Iglesia en los grupos juveniles, estaba Kimberly, conversando sobre su forma de conectar e interactuar con los jóvenes; dos etapas distintas de la vida y dos momentos radicalmente diferentes en que cada una anuncia a Jesús. Esta es nuestra Iglesia intergeneracional en un camino de sinodalidad.

4. Como evangelizador tienes mucho que decir, pero también mucho por escuchar del otro.
Este fue un ejercicio de acercamiento, diálogo y encuentro que duró 1 hora con 30 minutos, 10 minutos de conversación con cada invitado. ¿Cuánto hablamos, cuánto escuchamos? ¿Hacia dónde se inclinó la balanza?
En las oportunidades que tenemos en el día a día para hacer misión, puede que solo tengamos 10 minutos o menos para que la otra persona se lleve un mensaje de esperanza; pero ¿cuál mensaje? ¿De qué hablamos en las mesas? ¿Escuchamos la vida de la otra persona para comprender su realidad?

5. Lo que se dijo es tan valioso como lo que no se dijo.
¿Qué palabras intercambiamos, y más aún, cuáles no se dijeron, cuáles faltó por decir? ¿Qué mensaje dimos al escucharlos? ¿Qué información se obtiene del lenguaje no verbal? 10 minutos quizá no sean suficientes, pero abren la puerta a la confianza y a la curiosidad, primeros pasos para que una persona tenga apertura.
¿Practicamos la escucha activa? ¿Cómo lo hicimos? Nos sentimos muy a gusto conversando con ellos, pero ¿cómo se sintieron nuestros invitados? ¿Fuimos buenos escuchas para ellos? ¿Que hemos aprendido y que nos falta por aprender?
Toda reflexión es positiva, ninguna pretende tachar de incorrecto o erróneo, sino mejorar, irnos configurando como un verdadero equipo de acogida, que brinde hospitalidad en la parroquia, para recibir a quien se acerque o a quien hemos invitado.

Comments